En su pequeña oficina de Sinjuku, Rin y su ayudante Mimi se encargan de casos aprentemente intranscendentes: Gatos perdidos, robo de sellos… Sin embargo, todo está relacionado y cada caso y cada salto temporal las aproxima cada vez más a descubrir la verdad en relación al misterio más peligroso de todos: su propia inmortalidad.